martes, 2 de mayo de 2023

 CÓMO EL ÁGUILA LO PERDIÓ TODO

Eduardo Montalvo – edmont13@gmail.com – 305.417.0143

 

Un día, el cielo se oscureció y las nubes ocultaron al sol y, de repente, una fuerte lluvia comenzó a caer. Llovió tan fuerte que en poco tiempo el nivel del agua subió hasta las rodillas y todos los animales se vieron precisados a buscar un refugio seguro en los terrenos más altos.

Primero, las hormigas corrieron por sus vidas. Buscando un lugar seco, llegaron al árbol grande y alto donde vivía la majestuosa y poderosa águila con sus aguiluchos. Le pidieron permiso para quedarse en el árbol debido a la tormentosa lluvia y el águila se los concedió. Así que allí estaban el águila y las hormigas, esperando a que dejara de llover.

Al día siguiente seguía lloviendo torrencialmente lo que ocasionó que el mapache perdiera su hogar y éste se fue al gran árbol en busca de refugio. El águila volvió a dejar que los menos afortunados encontraran seguridad en su árbol grande y fuerte. Así que allí estaban el águila, las hormigas y el mapache esperando en el árbol a que dejara de llover.

Mientras tanto, las hormigas tuvieron hambre y empezaron a comerse las hojas del árbol y el mapache se comió sus nueces. Pero el águila no tuvo ningún problema con eso; para ella, la comida era abundante porque el río estaba desbordado lo que trajo aún más peces a su territorio.

Siguió lloviendo el tercer y entonces llegó el venado pidiendo refugio, y el águila se lo concedió. Así que allí estaban el águila, las hormigas, el mapache y el venado, esperando que dejara de llover.

Los días pasaban y seguía lloviendo y más animales se acercaban al gran árbol en busca de ayuda. También, vinieron el coyote, el lobo, el alce y el búfalo… Todos los animales del bosque estaban colgados del gran árbol, todos esperando que cesara la lluvia. Pero la lluvia no paró y la situación empeoró aún más. El árbol apenas soportaba el peso de todos los animales, y el águila estaba en la copa del árbol.

Una vez que el águila comprendió su gran error, ya era demasiado tarde. Las hormigas se habían comido a sus aguiluchos y el lobo junto con el coyote la mataron a ella. Las raíces del gran árbol viejo se pudrieron y éste se derrumbó por su peso, llevándose consigo a todos los animales al fondo de las aguas turbulentas.

Estados Unidos de América ha sido un anfitrión sumamente generoso. Personas de todo el mundo llaman hogar a esta tierra, sin distinción de raza o credo. Nuestra nación ofrece refugio seguro a las personas afectadas por la persecución política, la guerra y el hambre. Nuestra gente han sido buenos vecinos, aceptando y tolerando a los recién llegados durante muchos años. Pero ahora nos enfrentamos a los efectos negativos de la inmigración descontrolada.

Millones de inmigrantes ilegales invaden nuestro país, violando nuestro ineficiente sistema de leyes de inmigración, saturando nuestros servicios públicos y causando problemas sociales muy serios.

Los americanos dan por sentado que su país soportará este abuso creyendo que la prosperidad y la seguridad están garantizadas para siempre, pero la realidad es muy diferente.

La seguridad de nuestra nación está en mayor peligro que nunca; el terrorismo está al acecho, esperando una  oportunidad para atacarnos de nuevo y la ola incontrolada de inmigrantes que cruzan nuestras fronteras nos está sumiendo en el crimen. El águila tenía la obligación de cuidar sus aguiluchos y de su árbol. ¡esa ha debido ser su prioridad! Aprendamos de su desgracia y detengamos la inmigración ilegal. ¡América primero!


No hay comentarios:

Publicar un comentario