miércoles, 4 de mayo de 2011

Un buen crédito abre todas las puertas


Cuando yo obtuve mi primera tarjeta de crédito, por allá en los ochenta, me sentí dueño del mundo. Con ella adquirí un poder que antes no tenía: El poder endeudarme.


Los Estados Unidos de América están construidos sobre la base del plástico. Del plástico de las tarjetas de crédito, débito, gasolina y de las tiendas por departamento. Con tanto “plástico” disponible a nuestro alrededor, no es de extrañarse que el americano promedio tenga 9 tarjetas de crédito diferentes, con una deuda de estimada en $12,000 por familia.


Las tarjetas de crédito se han convertido en la causa de insomnio número uno en este país. Debido a ellas la mayoría de la población ha empeñado su futuro para poder acceder a sus más anheladas posesiones. El vivir en base al crédito se ha vuelto un estilo de vida, donde lo común es vivir al día, pagando una tarjeta con otra y llegando a los límites máximos de crédito, con la esperanza de que algún día se pueda salir de la condena a una deuda perpetua.


El vivir al día, alcanzado y en base al endeudamiento es la peor enfermedad que azota a esta nación. El “póngalo en mi tarjeta” es el maléfico conjuro que se escucha por doquier y que sirve de invocación para que los “espíritus crediticios” vengan a apoderarse de nuestros ingresos, llevándonos a una ruina financiera

Pero créalo o no, endeudarse no es malo, lo malo es no saber cómo hacerlo.


La mayoría de las personas usan su crédito de manera inadecuada, empleándolo para el consumo y no para la inversión.

Sin el Crédito sería imposible acceder a un mejor nivel de vida, por ello se hace necesario que usted aprenda cómo usarlo para su beneficio.

El empleo del crédito para la adquisición servicios y de productos perecederos es algo que debe evitarse a como dé lugar.

Pagar por cenas, viajes y entretenimiento con su tarjeta de crédito es un suicidio financiero.  Por el contrario, su empleo en la adquisición de bienes de inversión es lo más sabio que puede hacerse.


Para explicarlo mejor, existe el crédito bueno y el crédito malo. Usted estará usando su crédito de la mejor manera posible cuando compre bienes que ganen valor, es decir, apreciables. Estos son: casas o bienes raíces, fondos mutuales, bonos, negocios joyas y cualquier otro tipo de inversión. Al usar su crédito para ello, usted estará empleándolo al máximo, de la manera más sabia.


Usted también estará usando su crédito inteligentemente cuando lo use para adquirir bienes depreciables, tales como automóviles, muebles, ropas, etc.

Pero cuando usted lo usa para comprar bienes perecederos como comida, gasolina, víveres y pasajes aéreos, usted se está perjudicando a sí mismo, porque este es el peor empleo posible que puede darle a su crédito. Así que sea inteligente y aprenda a usar su crédito a su favor.


He aquí unos breves consejos para cuidar de su crédito:

∙ Tenga una o dos tarjetas de crédito como máximo.

∙ No gaste al máximo de su límite crediticio. No sobrepase el 75% del límite.

∙ Siempre pague a tiempo, antes del vencimiento.

∙ Consulte su crédito, una o dos veces por año, solicitando su reporte a los buró de crédito. Usted tiene derecho a una copia gratis anual.


A continuación encontrará las direcciones y teléfonos de las tres principales empresas de crédito, en caso de que desee solicitar copias de su reporte de crédito:


Experian - P.O. Box 2104, Allen, TX 75013-2104
 Telf.: 1-888-397-3742


Equifax - P.O. Box 740241, Atlanta, GA 30374-0241
 Telf.: 1-800-997-2493


Trans Union - P.O. Box 1000, Chester, PA 19022
 Telf.: 1-800-888-4213





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