¿Quiere pagar más impuestos? Esta es la pregunta que deben hacerse todos los que critican a nuestro gobernador, Rick Scott, por los recortes presupuestarios que él está promoviendo.
Sus críticos son aún más acérrimos cuando se trata de recortes al sector de la Educación.
Sin duda, resulta odioso tener que hacer recortes a la educación de nuestros hijos, pero nos guste o no, no hay más remedio. Con un déficit presupuestario que casi alcanza los 4 mil millones de dólares, no hay quien se escape de estos recortes.
Yo sugiero que en vez de dedicarnos a criticar y a quejarnos nos enfoquemos en aprender a vivir en austeridad y a buscar alternativas para la autogestión. He aquí algunas propuestas:
∙ Demos un mejor y mayor uso a la infraestructura escolar
existente. Explotemos la capacidad ociosa de las escuelas
implementando el turno doble (matutino y vespertino), clases
durante el verano o alquilando sus espacios a empresas, iglesias y
otras instituciones cuando las instalaciones escolares no estén
usándose.
∙ Administremos mejor los recursos que tenemos, evitando el
despilfarro. Ahorremos en energía eléctrica apagando las luces y
acondicionadores de aire cuando no se necesitan. También
debemos evitar malbaratar papel, libros y demás recursos
destinados a la educación.
∙ Debemos sincerar la situación laboral del personal docente y
administrativo en las escuelas, dándole la oportunidad de trabajo
sólo a aquellos que se la merecen y a aquellos que son necesarios.
Siempre habrá quien se queje y lamente por los recortes presupuestarios, pero la disyuntiva es simple: ¿Pagamos más impuestos o recortamos nuestro gasto público?
Yo no quiero pagar más impuestos, ¿y usted?
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